El 24 de junio del 95 se vivió la final del agua en el Bernabéu. Una auténtica tormenta perfecta. Un mega diluvio universal que impactó sobre Madrid el día en el que Deportivo y Valencia se disputaban la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu. Aquello no fue una simple tormenta. Fue una tromba espectacular de agua que hizo que el verde pasara a ser una piscina y el agua cayera incesantemente por el túnel de vestuarios como si fuera una cascada.
La afición del Dépor no lo podía creer, un año antes, el Valencia y su portero González, fueron los que imposibilitaron que los gallegos consiguieran su primer título de la historia, con la liga perdida en el legendario penalti lanzado por Djukic (aquí el post donde os recuerdo la historia de aquello). Un año después, se volvían a ver las caras gallegos y valencianistas. El día de la venganza había llegado. El Dépor tenía la posibilidad de conseguir su primer título, otra vez ante su bestia negra. Y de pronto, cae sobre el césped el mayor diluvio nunca antes visto.
Era el minuto 79 y el balón no rodaba, flotaba sobre el terreno de juego. Era una quimera seguir jugando. La lluvia no dejaba de caer, cada vez con más contundencia. Parecía el final del mundo ¡EL ARMAGEDÓN! ¡LA APOCALIPSIS! José María García-Aranda, el árbitro de la contienda, suspendía el partido a falta de 11 minutos para el final y con el 1-1 en el electrónico. Jugadores salían corriendo hacia los vestuarios, pasando por unos túneles totalmente inundados hasta la cintura. El partido no se iba a poder reanudar, era imposible. Incluso los bomberos tuvieron que ir a achicar agua del Bernabéu.
El partido se tuvo que reanudar el 27 de junio, 3 días después del gran diluvio. Se jugarían los últimos 11 minutos de la final, con el 1-1 de resultado de partida (los goles fueron de Manjarín en el 35 de partido y de Mijatovic por parte del Valencia en el 70). Al final el Dépor pudo conseguir alzarse con la Copa del Rey gracias al gol de Alfredo Santaelena pocos minutos después de reanudarse el partido. De esta manera el Súperdepor conseguía al fin un título merecidísimo. El primero de la historia del Deportivo. Cerraba la dura herida de la liga perdida, ante el mismo rival y le daba una alegría inmensa a miles de deportivistas. Lendoiro y Arsenio Iglesias, esta vez, no se ponían las manos en la cabeza, esta vez lloraban, pero de emoción y alegría. Se cerraba un ciclo con la final del agua en el Bernabéu.
Os dejo un video del resumen de la final...
Escrito por M.A. Cortés (en Twitter: @Lon_elx)
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